Filias
Las filias, según la psicología, son atracciones a determinadas realidades o situaciones. Significan lo contrario que las fobias.
Formas
Conviene hacer notar que, en el lenguaje cotidiano, las «filias», al emplearse comúnmente como sinónimo de afición, no compartan de ordinario, significaciones patológicas; así, para referirse a ciertas diversiones cuya nota es cierta intencionalidad evasiva de carácter individual; también para designar diferentes especialidades deportivas, o la actitud de simpatía suscitada por algún grupo étnico o político
Algunas de estas atracciones resultan raras o insólitas como:
Odofilia: por los viajes.
Albutofilia: los baños, jacuzzi, las duchas calientes y en general por el contacto con el agua.
Altocalcifilia: los zapatos de tacón alto como fetiche.
Astrafilia: por los truenos y relámpagos.
Belonefilia: por las agujas, por pincharse.
Otofilia: por las orejas .
Dendrofilia: atracción a frotarse contra los árboles.
Levofilia: atracción por los objetos que se encuentran a la izquierda del cuerpo.
Metalfilia: el metal y los objetos metálicos.
Odofilia: por los viajes.
Albutofilia: los baños, jacuzzi, las duchas calientes y en general por el contacto con el agua.
Altocalcifilia: los zapatos de tacón alto como fetiche.
Astrafilia: por los truenos y relámpagos.
Belonefilia: por las agujas, por pincharse.
Otofilia: por las orejas .
Dendrofilia: atracción a frotarse contra los árboles.
Levofilia: atracción por los objetos que se encuentran a la izquierda del cuerpo.
Metalfilia: el metal y los objetos metálicos.
En el extremo de las filias, estarían las parafilias, eufemismo que designa lo que durante años se denominó peyorativamente “desviaciones sexuales”, su significado original del griego es “al margen del amor”, se caracterizan por impulsos sexuales intensos y frecuentes, fantasías o patrones del comportamiento sexual, en los que la fuente principal de placer no reside en la relación sexual como tal, sino en alguna otra actividad, objeto o situación poco habitual.
En las parafílias se mezclan áreas diferentes: la psicología de la sexualidad humana, la moral, la protección a la intimidad del individuo, la ley, el derecho a elegir, etc., aunque algunas de ellas podrían considerarse pintorescas e inocuas, otras podrían causar problemas cuando se dirigen a un objeto potencialmente peligroso o dañino para cualquiera de las personas envueltas en esa conducta, yendo de lo normal a lo patológico. En ocasiones se habla de perversión, si las conductas son depravadas o corruptas, como la pedofilia y el exhibicionismo, que son además perseguidas por la ley.
En cuanto a la prevalencia, es difícil determinar, porque en la mayoría de los casos, son conductas que se realizan en la intimidad, sin embargo el gran mercado pornográfico hace pensar en que la prevalencia puede ser elevada, en los últimos años en España se ha producido un ascenso de los delitos conocidos contra la libertad sexual.
Resulta imposible elaborar una lista exhaustiva de las parafilias, las convenciones sociales de cada época y lugar concreto han determinado qué es considerado parafilía en ese momento, ciertas prácticas sexuales, como la masturbación o el sexo oral, fueran consideradas parafilias hasta mediados del siglo XX, actualmente no se consideran parafilias, siempre que el sujeto no se limite únicamente a ellas.
Entre las más frecuentes estarían:
La pedofilia: trastorno sexual que consiste en la atracción física hacía niños del mismo o distinto sexo. Junto con la violación, es posiblemente el delito sexual que produce más reacciones negativas de la sociedad en general. Es un trastorno que suele empezar en la adolescencia, por lo general tiene un curso crónico.
El sadismo: perversión sexual en el que se recibe placer cometiendo actos de crueldad contra otra persona. Las fantasías sádicas pueden darse ya en la infancia aunque generalmente aparecen en la edad adulta. Se trata de un trastorno crónico.
El masoquismo: perversión sexual del que encuentra placer en verse maltratado o humillado. Como el sadismo, ciertas fantasías pueden empezar desde la infancia, pero las actividades masoquistas suelen comenzar de adultos. De curso crónico.
El exhibicionismo: perversión consistente en mostrar en público los órganos genitales para obtener placer sexual. El exhibicionista habitualmente es tímido y poco asertivo con las mujeres, suele empezar antes de los 18 años. Es de las parafilias más frecuentes. Se considera una ofensa contra la moral pública.
Voyeurismo o escoptofilia: observación de personas en situaciones eróticas con el fin de obtener placer sexual. Su comienzo suele darse antes de los 15 años. De curso crónico.
Zoofilia o bestialismo: comportamiento de las personas consistente en tener contactos sexuales con animales. Más frecuente en zonas rurales.
Fetichismo: desviación sexual consistente en fijar alguna parte del cuerpo humano o alguna prenda relacionada con él, como objeto de la excitación y el deseo. Empieza en la adolescencia, una vez se establece tiende a cronificarse. Casi todos los fetichistas son hombres.
Necrofilia: perversión sexual de quien trata de obtener placer erótico con cadáveres.
Se han propuesto distintos modelos explicativos para las diferentes parafilias, alguno de estos modelos, considera la parafilia una forma de adicción. Hay algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de algunas parafilias, como: dificultades relacionales (para establecer contactos con personas del sexo opuesto), dificultades en la comunicación (para expresar sentimientos de autoafirmación a través de medios más adaptativos), dificultades sexuales, sexualización de situaciones originalmente no sexuales a través de procesos de condicionamiento.
Conviene distinguir entre parafilias y las fantasías y comportamientos sexuales normales, solo serían parafilias si provocan malestar o alteraciones clínicamente significativas.
El tratamiento debería incluir un detallado análisis del historial psicosexologico del sujeto y una evaluación psicofisiologica, ello ayudará a determinar qué estrategias pueden resultar más eficaces para tratar el problema. El tratamiento podría incluir fármacos para reducir el interés sexual y métodos cognitivos-conductuales para conseguir y reforzar formas más adaptativas de obtención de gratificaciones. Antaño se utilizaban técnicas aversivas reduccionistas e incluso métodos quirúrgicos como la castración y la psicocirugía, especialmente en casos en que las parafilias habían llevado a los sujetos a la violación, actualmente son cuestionables.
No olvidemos que tener una vida sexual saludable contribuye al bienestar físico, mental y espiritual de las personas. En este aspecto tan importante de la vida, el equilibrio entre nuestros deseos y los del otro, así como el respeto hacia el prójimo, nos permitirá ser más felices y evitará mucho sufrimiento emocional
En las parafílias se mezclan áreas diferentes: la psicología de la sexualidad humana, la moral, la protección a la intimidad del individuo, la ley, el derecho a elegir, etc., aunque algunas de ellas podrían considerarse pintorescas e inocuas, otras podrían causar problemas cuando se dirigen a un objeto potencialmente peligroso o dañino para cualquiera de las personas envueltas en esa conducta, yendo de lo normal a lo patológico. En ocasiones se habla de perversión, si las conductas son depravadas o corruptas, como la pedofilia y el exhibicionismo, que son además perseguidas por la ley.
En cuanto a la prevalencia, es difícil determinar, porque en la mayoría de los casos, son conductas que se realizan en la intimidad, sin embargo el gran mercado pornográfico hace pensar en que la prevalencia puede ser elevada, en los últimos años en España se ha producido un ascenso de los delitos conocidos contra la libertad sexual.
Resulta imposible elaborar una lista exhaustiva de las parafilias, las convenciones sociales de cada época y lugar concreto han determinado qué es considerado parafilía en ese momento, ciertas prácticas sexuales, como la masturbación o el sexo oral, fueran consideradas parafilias hasta mediados del siglo XX, actualmente no se consideran parafilias, siempre que el sujeto no se limite únicamente a ellas.
Entre las más frecuentes estarían:
La pedofilia: trastorno sexual que consiste en la atracción física hacía niños del mismo o distinto sexo. Junto con la violación, es posiblemente el delito sexual que produce más reacciones negativas de la sociedad en general. Es un trastorno que suele empezar en la adolescencia, por lo general tiene un curso crónico.
El sadismo: perversión sexual en el que se recibe placer cometiendo actos de crueldad contra otra persona. Las fantasías sádicas pueden darse ya en la infancia aunque generalmente aparecen en la edad adulta. Se trata de un trastorno crónico.
El masoquismo: perversión sexual del que encuentra placer en verse maltratado o humillado. Como el sadismo, ciertas fantasías pueden empezar desde la infancia, pero las actividades masoquistas suelen comenzar de adultos. De curso crónico.
El exhibicionismo: perversión consistente en mostrar en público los órganos genitales para obtener placer sexual. El exhibicionista habitualmente es tímido y poco asertivo con las mujeres, suele empezar antes de los 18 años. Es de las parafilias más frecuentes. Se considera una ofensa contra la moral pública.
Voyeurismo o escoptofilia: observación de personas en situaciones eróticas con el fin de obtener placer sexual. Su comienzo suele darse antes de los 15 años. De curso crónico.
Zoofilia o bestialismo: comportamiento de las personas consistente en tener contactos sexuales con animales. Más frecuente en zonas rurales.
Fetichismo: desviación sexual consistente en fijar alguna parte del cuerpo humano o alguna prenda relacionada con él, como objeto de la excitación y el deseo. Empieza en la adolescencia, una vez se establece tiende a cronificarse. Casi todos los fetichistas son hombres.
Necrofilia: perversión sexual de quien trata de obtener placer erótico con cadáveres.
Se han propuesto distintos modelos explicativos para las diferentes parafilias, alguno de estos modelos, considera la parafilia una forma de adicción. Hay algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de algunas parafilias, como: dificultades relacionales (para establecer contactos con personas del sexo opuesto), dificultades en la comunicación (para expresar sentimientos de autoafirmación a través de medios más adaptativos), dificultades sexuales, sexualización de situaciones originalmente no sexuales a través de procesos de condicionamiento.
Conviene distinguir entre parafilias y las fantasías y comportamientos sexuales normales, solo serían parafilias si provocan malestar o alteraciones clínicamente significativas.
El tratamiento debería incluir un detallado análisis del historial psicosexologico del sujeto y una evaluación psicofisiologica, ello ayudará a determinar qué estrategias pueden resultar más eficaces para tratar el problema. El tratamiento podría incluir fármacos para reducir el interés sexual y métodos cognitivos-conductuales para conseguir y reforzar formas más adaptativas de obtención de gratificaciones. Antaño se utilizaban técnicas aversivas reduccionistas e incluso métodos quirúrgicos como la castración y la psicocirugía, especialmente en casos en que las parafilias habían llevado a los sujetos a la violación, actualmente son cuestionables.
No olvidemos que tener una vida sexual saludable contribuye al bienestar físico, mental y espiritual de las personas. En este aspecto tan importante de la vida, el equilibrio entre nuestros deseos y los del otro, así como el respeto hacia el prójimo, nos permitirá ser más felices y evitará mucho sufrimiento emocional
Tipos de Filias:
Aerofilia: atracción a volar.
Abasiofilia: atracción a las personas cojas.
Acrofilia: atracción a las alturas o personas altas.
Acrotomofilia: atracción por los miembros amputados.
Acucullofilia: atracción por los penes circuncidados.
Agalmatofilia: atracción sexual por estatuas o maniquíes desnudos.
Agonofilia: atracción por la lucha con la pareja.
Agorafilia: atracción a los espacios abiertos.
Agrexofilia: atracción por el hecho de que la actividad sexual sea oída por otras personas.
Albutofilia: atracción por los baños y duchas calientes.
Algofilia: atracción por sentir dolor (no sexual).
Algolagnia: atracción por infligir dolor (no sexual).
Altocalcifilia: atracción por los tacones altos como fetiche.
Alveofilia: atracción por tener relaciones sexuales en una bañera.
Amaurofilia: atracción por la ceguera.
Anastimafilia: atracción por el sobrepeso de los demás.
Androginofilia: atracción por personas andróginas.
Andromimetofilia: atracción por las mujeres vestidas de hombres.
Anglofilia: atracción por lo inglés.
Apotemnofilia: atracción por la idea de ser amputado.
Aracnofilia: atracción a las arañas.
Asfixiofilia: atracción por asfixiar a la pareja.
Astrafilia: atracción a los truenos y relámpagos.
Autagonistofilia: atracción por ser visto por otras personas durante el acto sexual.
Autoabasiofilia: atracción por estar o violarse a un cojo.
Autoasasinofilia: atracción por la fantasía de ser asesinado.
Autoasfixiofilia: atracción por asfixiarse.
Automisofilia: atracción por ser ensuciado o corrompido.
Autonepiofilia: atracción por utilizar pañales y ser tratado como un bebé.
Autoungulafilia: atracción por rascarse los propios genitales.
Belonefilia: atracción a pincharse y a las agujas.
Biastofilia: atracción por asaltar a alguien contra su voluntad.
Catafilia: excitación sexual del hombre cuando se somete a su pareja.
Cateterofilia: atracción por los catéteres.
Coreofilia: atracción por el baile erótico.
Cinofilia: atracción por los perros
Claustrofilia: atracción a espacios cerrados.
Clismafilia: atracción por los enemas.
Colpofilia: atracción a los genitales en general.
Consuerofilia: atracción a coserse zonas de la piel con aguja e hilo.
Coprofilia: atracción al estiércol.
Coulrofilia: atracción a los payasos.
Crematistofilia: atracción producida al pagar por sexo
Crematofilia: atracción a ser cremado.
Criptoscopofilia: atracción a contemplar la conducta (no siempre sexual) de otras personas en la privacidad de su hogar.
Crurofilia: atracción por las piernas.
Cronofilia: atracción de personas jóvenes por personas de más edad.
Dacryfilia: atracción por ver lágrimas en los ojos de la pareja.
Deipnofilia: atracción a las conversaciones de sobremesa y cena.
Demofilia: atracción a las muchedumbres.
Dendrofilia: atracción a frotarse contra los árboles.
Dextrofilia: atracción a objetos a la derecha del cuerpo.
Dipsofilia: atracción a beber.
Dysmorfofilia: atracción hacia personas deformadas.
Dorafilia: atracción a pieles animales, sintéticas o de cualquier otro tipo.
Efebofilia: atracción sexual de una persona madura hacia un adolescente varón entre 13 a 18 años.
Elefilia: atracción por los tejidos.
Electrofilia: atracción por los choques eléctricos.
Emetofilia: atracción por el acto de vomitar.
Enditofilia: atracción por ver a la pareja vestida.
Erotofonofilia: atracción a realizar llamadas telefónicas utilizando lenguaje erótico.
Escopofilia: atracción a mirar abiertamente a otras personas en el acto sexual.
Espectrofilia: atracción producida por la imagen en el espejo.
Estigmatofilia: atracción por los tatuajes, agujereamientos (píercing), sacrificios o cicatrices.
Eufilia: atracción a las buenas noticias.
Exofilia: atracción ante lo inusual o bizarro.
Falofilia: atracción por los penes grandes.
Fermininofilia: atracción a lo feo.
Flatofilia: atracción por el olor de los gases intestinales propios o de la pareja.
Formicofilia: atracción por el reptar de insectos o animales pequeños sobre los genitales.
Gerontofilia: atracción sexual de una persona joven por un hombre de edad mucho mayor.
Ginemimetofilia: atracción por los travestis.
Gimnofilia: atracción por la desnudez.
Graofilia: atracción sexual de una persona joven por una mujer de edad mucho mayor.
Harpaxofilia: atracción a ser robado con violencia (puede ser sexual).
Hebefilia: atracción por niñas púberes.
Hematofilia: atracción a la sangre.
Hibristofilia: atracción por tener relaciones con un violador.
Hidrofilia: atracción al agua.
Hierofilia: atracción sexual por las cruces.
Hifefilia: atracción por los objetos ajenos, ropa, cabellos, piel, etc.
Higrofilia: atracción a los fluidos corporales.
Hipnofilia: atracción a contemplar personas dormidas.
Hipoxifilia: atracción a la falta de oxígeno.
Hirsutofilia: atracción por el vello.
Homiliofilia: atracción por predicar una religión a una persona sencilla y fácil de convencer de cualquier cosa.
Homofilia: atraccion sexual por una persona del mismo sexo.
Ipsofilia: atracción sexual sólo por uno mismo.
Jactitafilia: atracción por el relato de las propias hazañas sexuales.
Lactafilia: atracción por los pechos en periodo de amantamiento.
Levofilia: atracción a objetos a la izquierda del cuerpo.
Ligirofilia: atracción a ruidos fuertes.
Logizomecanofilia: atracción a los ordenadores.
Macrofilia: atracción por las personas grandes o rollizas.
Mecafilia: atracción sexual por los automóviles o maquinaria pesada.
Maieusiofilia: atracción por mujeres embarazadas.
Maniafilia: atracción a la locura.
Menstruofilia: atracción por una mujer menstruando.
Merintofilia: atracción por estar atado.
Metalfilia: atracción al metal
Microfilia: atracción sexual por las personas pequeñas o enanas.
Misofilia: atracción a la ropa sucia.
Morfofilia: atracción por personas con ciertas características físicas (sólo rubios, sólo gordas etc.)
Moriafilia: atracción por los chistes sexuales.
Nafefilia: excitación por tocar o ser tocado.
Narratofilia: atracción por las narraciones eróticas.
Necrofilia: atracción hacia los muertos(sexual).
Neofilia: atracción a lo nuevo.
Negrofilia: atracción hacia personas negras.
Nictofilia: atracción a la oscuridad.
Ninfofilia: atracción sexual de un adulto por una adolescente.
Nomatofilia: atracción a los nombres.
Oclofilia: excitación ante una multitud de personas reunidas.
Odofilia: atracción por los viajes.
Ofidiofilia: atracción hacia las serpientes.
Olfactofilia: atracción por el olor de la transpiración, o de los genitales.
Ortofilia: atracción a la propiedad.
Ornitofilia: atracción por las aves.
Otofilia: atracción por las orejas.
Parafilia: comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad.
Partenofilia: atracción por las vírgenes.
Pediofilia: atracción por las muñecas.
Pedofilia: atracción a los niños.
Pigofilia: atracción por el contacto con las nalgas.
Pirofilia: atracción hacia el fuego.
Polyiterofilia: personas que necesitan tener una serie de parejas sexuales consecutivas antes de conseguir el orgasmo.
Ponifilia: atracciónn por los ponis.
Psicrofilia: atracción al frío o a ver a personas con frío.
Pubefilia: atracción a contemplar vello pubiano.
Pungofilia: necesidad de ser pinchado con el fin de obtener placer sexual.
Rabdofilia: atracción a ser flagelado.
Ripofilia: atracción a la suciedad.
Salirofilia: excitación al ingerir la saliva de la pareja.
Somnofilia: atracción por acariciar y realizar sexo oral a una persona dormida hasta despertarla.
Sudorofilia: atracción por el sudor.
Tafefilia: excitación proveniente de ser enterrado vivo.
Traumatofilia: atracción a las lesiones.
Tripsofilia: atracción por ser masajeado o por hacerse lavar el cabello.
Urofilia: atracción por la orina.
Xenofilia: atracción a los extranjeros.
Zelofilia: atracción a la envidia.
Zemifilia: atracción a los topos.
Zoofilia: atracción a los animales.
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